sábado, 15 de noviembre de 2014

Flores en sublevación

                El barrio burgalés Gamonal vuelve a ser portada estos días debido a que sus irreverentes habitantes han vuelto a tomar las calles de la ciudad en un acto de protesta por la construcción de una plaza de toros que costará al municipio la friolera de 5,6 millones de euros. Como ocurriera ya a principios de este año, los gamoninos se han lanzado a la calle para exigir al Ayuntamiento que detenga las obras de este edificio que supondrá un coste excesivo y absolutamente innecesario. De esta manera, Gamonal se ha convertido desde enero de este año en un ejemplo de lucha contra el caciquismo.
Pero, ¿qué es Gamonal? Originariamente, un gamón es, en términos de botánica, una «planta liliácea, de flores blancas en espiga y hojas en forma de espada», según el Diccionario de uso del español, de María Moliner. Sebastián de Covarrubias en su Tesoro de la lengua española lo define como una «Yerva conocida de un tallo; es pasto sabroso de los puercos, tiene virtud para muchas enfermedades, como lo podrás ver en Dioscórides». Por último, para una visión más actual, el Diccionario de la Real Academia Española recoge para gamón la siguiente acepción: «Planta de la familia de las Liliáceas, con hojas erguidas, largas, en figura de espada, flores blancas con una línea rojiza en cada pétalo, en espiga apretada, sobre un escapo rollizo de un metro aproximadamente de altura, y raíces tuberculosas, fusiformes e íntimamente unidas por uno de sus extremos, cuyo cocimiento se ha empleado para combatir las enfermedades cutáneas.»



                  Pero en ocasiones sucede que la lengua, siempre tan caprichosa, nos sorprende con algunas casualidades provocadas por la polisemia. Y es que en el español de América la voz gamonal hace referencia a la figura del cacique, y a su forma de gobierno autoritaria se la denomina gamonalismo. Y así, en el suelo de Gamonal, que en el pasado estuvo sembrado de flores, hoy los gamoninos luchan reiteradamente contra el gamonalismo, convirtiéndose en ejemplo y referente del poder del pueblo. 
Que Gamonal siga siendo ejemplo de lucha contra gamonalismo. 





lunes, 3 de marzo de 2014

Las inmensidades

Las inmensidades me aterran. Y hay personas… que son inmensas. A veces pienso que pueda ser la luz. Otras que será la casualidad. Pero cuando salgo de una inmensidad para entrar en otra, entonces comprendo que es algo incluso menos tangible que el azar. 
Y me fracturo. Este cáncer…


Ilustración de Ricardo Padierne Silvera

martes, 30 de octubre de 2012

Tormentas

              Esta lluvia amiga marca el ritmo de mis pensamientos como un cuentagotas. Los maneja, los controla. A veces los deja correr en un torrente imparable y me ahoga con ellos, otras los dosifica, me da una tregua, me permite respirar. Pero sólo para que me dé cuenta de cuán amarga es la certeza del saberse sediento en medio del mar. Nada de esto tiene sentido, las frases no tienen coherencia unas con otras. ¿Qué tendrá que ver el mar con la lluvia, a qué viene tanta incoherencia? Es que tengo sed. 


                                                                                                 

viernes, 28 de septiembre de 2012

And winter is coming

Bienvenido, otoño. Y bendito seas.

                                                                                          

miércoles, 2 de mayo de 2012

All in all is all we are

Yo no sé ser
ni sé cómo se es.
¿Acaso alguien saber ser?
Quizá nadie sepa cómo se es
cuando tenemos el ser automatizado
como algo que interiorizamos
desde que empezamos a Ser. 
     




sábado, 18 de febrero de 2012

There's no place like home

En la manecilla del reloj de la estación, que consume un minuto más de vida, dormita mi porvenir. El aire huele al tiempo que se va, mientras yo espero. Llegaste a mi vida como un otoño matinal que entrara por la ventana, pero mi primavera aún no había terminado de crecer. Estaciones de transición que se cruzaron en el ocaso de un ideal. De un sueño. Como ese momento de noche y mañana en que las luces de las farolas se van a dormir y el sol se despierta. La bandera de una casa ondea al viento sobre un columpio vacío, al son de una canción reciclada, mientras bailo en medio de una trinchera. Ahora intento entender la historia que me cuentan las palomas, y busco entre la gente alguien que me quiera despertar. 
Pero todos tienen prisa. 


jueves, 22 de diciembre de 2011

Ventisca


Las sombras que las ramas desnudas de un árbol proyectan sobre una pared desierta y en penumbra podrían ser su mejor metáfora. Se retuercen, se extienden y aumentan. Las ramas pequeñas se superponen gradualmente a las más grandes, cada vez hay más. Puntiagudas, grises, retorcidas y feas, son las garras terroríficas y fatales de un ser nacido directamente de la tierra misma, con las raíces asentadas férreamente bajo el suelo, y que no tiene intención de moverse y mucho menos de marcharse. Cada una de esas puntas puede hacer demasiado daño si te atreves siquiera a intentar acariciarlas. No te dejes engañar por su aparente belleza, en realidad es una imagen grotesca y horrenda. Violenta. Amargado el árbol en su invernal soledad, se muere de frío. Perder las hojas no le ha servido de nada, no comprende por qué: los demás árboles parecen felices.