miércoles, 30 de noviembre de 2011

Hay una chica en ese espejo

-¿Quién eres?

-¿Que quién soy? La pregunta es quién eres tú y en qué momento empezaste a hablarle a los espejos.

-Pero tú no eres un espejo. Si lo fueras, no podrías responderme.

-¿Estás segura de que soy yo y no tú la que responde?

-Pero yo no estoy hablando sola.

-¿Ves a alguien más en la habitación?

-Te veo a ti.

-¿Y quién soy yo sino tu propio reflejo?                    

-No lo eres. No te pareces a mí.

-Ah, ¿no? ¿Entonces?

-Entonces, ¿qué?

-Que quién eres.

-Eso te lo he preguntado yo a ti.

-No puedo decirte quién soy si no me dices quién eres.

-No conozco la respuesta. Por eso te la he preguntado a ti.

-Ah, ¿reconoces, pues, que somos la misma?

-No.

-¿Por qué no?

-Porque los espejos no hablan...



...Y lo rompió.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Génesis



Y hoy, al fin, mi nacimiento es gris.
El aire huele a cristal, limpio, duro, blanco.
Mi Alfa y mi Omega se han convertido en perlas,
y mi piel tiembla de azules.
No hay música, ya no: los dorados violines de viento
se marcharon volando.
Ascendieron hasta este argénteo cielo,
que lanzó sus redes de ternura y tiempo para recogerlos.
Los mantendrá bañados en oro hasta la próxima función.
Y yo, aquí, envuelta en un  manto
que no me protege del frío.
Aire cristalino, miembros de nácar, índigos bramidos.
Mi felicidad estalla, y, al bajar, se congela en iris.
Porque hoy, al fin, mi nacimiento es gris.