miércoles, 30 de noviembre de 2011

Hay una chica en ese espejo

-¿Quién eres?

-¿Que quién soy? La pregunta es quién eres tú y en qué momento empezaste a hablarle a los espejos.

-Pero tú no eres un espejo. Si lo fueras, no podrías responderme.

-¿Estás segura de que soy yo y no tú la que responde?

-Pero yo no estoy hablando sola.

-¿Ves a alguien más en la habitación?

-Te veo a ti.

-¿Y quién soy yo sino tu propio reflejo?                    

-No lo eres. No te pareces a mí.

-Ah, ¿no? ¿Entonces?

-Entonces, ¿qué?

-Que quién eres.

-Eso te lo he preguntado yo a ti.

-No puedo decirte quién soy si no me dices quién eres.

-No conozco la respuesta. Por eso te la he preguntado a ti.

-Ah, ¿reconoces, pues, que somos la misma?

-No.

-¿Por qué no?

-Porque los espejos no hablan...



...Y lo rompió.

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